En la cena del Cordero,
habiendo ya cenado,
acabada la figura,
comenzó lo figurado
por mostrar Dios a los suyos
cómo está de amor llagado,
todas las mercedes juntas
en una las ha cifrado:
pan y vino material
en sus manos ha tomado,
y en lugar de pan y vino,
cuerpo y sangre les ha dado.