miércoles, 17 de abril de 2013

¡ME SEDUJISTE, SEÑOR!

Me sedujiste, Señor, y me deje seducir; has sido más fuerte que yo y has podido...  (Jr 20,7)

¡Tú también como Jeremías eres seducido
y elegido por Dios.
 Déjate seducir por Él, deja que agarre tu corazón.
Deja que llegue a ti y te enamore.
 Escucha sus palabras de amor:
“¡Te amo!, ¡Me enorgullece verte!
¡siento necesidad de estar contigo!
 ¡Me encuentro a gusto contigo! ,¡Te necesito!,
¡Tú estas hecho a mi imagen y semejanza!
 ¡te llevo en mis entrañas!